“A Como en un espejo, Luces de Invierno, El silencio y Persona les he llamado trabajos de cámara. Son música de cámara, música en la cual, con un limitado número de voces y figuras, uno extrapola la esencia de una cantidad de motivos”
-Ingmar Bergman
Sin preámbulos, las imágenes del El silencio (Tystnaden, 1963) nos invaden rotundas e inquietantes. ¿Quiénes son esas mujeres que intentan dormir en el tren? ¿Quién es ese niño que nos mira tras el cristal? Hace calor, hay desasosiego en la expresión de esa mujer espléndida vestida de blanco –presencia sensual que evoca a Monica Vitti– cuya boca se entreabre inadvertida. Ester, la otra mujer, parece en paz, pero no hay tal: sufre y sus pulmones sangran, como ya veremos. Y entre ellas ese niño indolente y callado que pese a eso no logra controlar su naturaleza inquieta.
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